Un señor que atendía una paletería y nevería con su mujer e hija, tenían ya tiempo trabajando dentro del centro comercial, las paletas eran algo caras, pero muy ricas y la gente lo sabia por eso le compraban.
Adentro también había y hay hasta la fecha un Restaurante de comida rápida donde un helado cuesta mucho mas barato, en una ocasión llegó un señor se compró una paleta, lo atendió la señora, pues el señor no estaba, se fue a esperar su camión, y mientras esperaba gracias al calor, la paleta le ensució las manos.
El señor fue otra vez a la paletería y ahora si estaba el señor el cual lo recibió con una sonrisa preguntándole “¿que va a querer?” el cliente lo saludó y le dijo que si le podría dar una servilleta, por arte de magia, su sonrisa se desvaneció puso una cara seria y le dijo “NO”. El cliente preguntó extrañado ¿no? y el dueño del local lo repitió mas seguro, si gran y fuerte NO.
El cliente se dio la vuelta y se fue del local.
MORALEJA: Uno no sabe a quien le dice no, el dueño pensaba que el cliente solo quería una servilleta gratis cuando, pues no se había dado cuenta que ya le había comprado, además en caso que no le hubiera comprado antes, ¿Qué tan cara puede costar una servilleta para negársela a un cliente potencial?
El resultado de esta historia es que el cliente jamás volvió a comprar en ese negocio, prefirió desde entonces ir al Restaurante por su helado de 4 pesos y aunque parezca una exageración, el negocio del Señor tacaño tuvo que irse del centro comercial al poco tiempo debido al mal servicio que provocó bajos niveles de ventas.
“Cuida al cliente y el negocio se atenderá solo”
-Ray kroc (fundador de Mc Donalds)